El Conservatorio Superior “Bonifacio Gil” y el Profesional “Juan Vázquez”, pilares de la Diputación de Badajoz, están atrapados en un lodazal judicial que apunta a la contratación de David Sánchez Pérez-Castejón, hermano de Pedro Sánchez.
La investigación sobre su contratación como coordinador en 2017 huele a podrido, con sospechas de presunta prevaricación, malversación y tráfico de influencias que salpican el buen nombre de estas instituciones. Y todo esto ya cuando el ‘hermanísimo’ ha renunciado a su cargo (aunque aun no sabemos si la renuncia se ha hecho efectiva, o el muchacho sigue cobrando). ¿Remordimientos tal vez? ¿Lo dejamos ya si renuncio?.
Pero esto sigue. El 8 de abril, los directores de ambos conservatorios se presentaron ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz y dejaron caer una bomba: los rumores sobre la llegada de Sánchez ya resonaban antes de que el puesto viera la luz. Una directora sacó a relucir un correo –apodado “el del hermanísimo”– que apunta a un proceso turbio, dirigido por un sastre experto en ‘trajes a medida’, mientras los correos de entonces, convenientemente, se habían esfumado. ¿Negligencia o algo más oscuro? ¿Un traje gris oscuro, casi negro, tal vez?
La Diputación, dirigida por Miguel Ángel Gallardo, creó en 2016 una plaza que Sánchez ocupó tras un trámite exprés de 15 días, tan turbio que atufa aún desde lejos. Sin experiencia en el mundo musical regional y con un currículum ‘cuestionable’, su aterrizaje en unos conservatorios ya ahogados por la burocracia levanta cejas. Correos con Moncloa y el Liceu de Barcelona -buscando apoyos- solo avivan el fuego de las sospechas.
El 10 de abril, Sánchez y Gallardo enfrentarán al juez como investigados, con la presunción de inocencia aún intacta, pero tambaleándose bajo el abrumador peso de las dudas. Los conservatorios, testigos desafinados de esta tormenta ‘fortíssima’, merecen algo mejor que ser peones en un juego que huele a favoritismo descarado. La justicia debe ahora separar el grano de la paja y decidir si esto fue un error o una sinfonía de abusos bien orquestada, o qué cosa. Que la contratación se hizo “de manera absolutamente legal”, dicen ahora algunos implicados. Que lo sea no significa que también parezca, o hiede, a inmoral. Y que engorde sólo a unos pocos, los de siempre.
Semanario Vegas Altas y La Serena.
Abril 2025
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