Manuel de J. Gallego Cidoncha : Especial ‘Feria de Don Benito 2020’ Mª DOLORES CABEZAS DE HERRERA: LUZ PROPIA DE LA CULTURA DOMBENITENSE
el 21/10/2020 19:39:23 (120 Lecturas)
Conocí a Mª Dolores Cabezas de Herrera Fernández en 1996. Entonces, la Asociación de Amigos de la Cultura Extremeña buscaba una junta directiva comprometida con la extraordinaria labor cultural que se había desarrollado en las décadas anteriores y resultaba difícil encontrar una persona capaz y dispuesta a dirigirla y afrontar ese reto…
En aquella encrucijada, quienes bien la conocían propusieron su idoneidad y sugirieron también la necesidad de que colaborásemos estrechamente con ella los que habíamos ejercido algún cargo en etapas anteriores. Convenía, pues, volver y así lo aceptamos (con su beneplácito) a pesar de que algunos no la conocíamos; lo importante y necesario, en aquellas circunstancias, era apoyar la continuidad de la Asociación y garantizar la independencia de la misma respecto a las demás instituciones.
Aunque no fue fácil mi relación con Dolores en los momentos iniciales (algún malentendido había defraudado su confianza en mí en la etapa que dirigí la Asociación), transcurrió poco tiempo hasta vencer su reticencia y conseguir la complicidad que anudó nuestra relación cultural, e incluso sentida amistad, en los años posteriores. Sin duda, el caldo de cultivo que nutrió este proceso de acercamiento y colaboración entre nosotros dos fue el sincero sentimiento de amistad que compartíamos ya algunos de los integrantes de la nueva junta. Lo habíamos ahormado al calor de la apasionada acción cultural que la Asociación había promovido en la década anterior. Cuando Mª Dolores Cabezas de Herrera empezó a respirar la atmósfera de camaradería que envolvía las primeras reuniones (como no había sede, vivíamos de generoso prestado sobre todo en el hotel Miriam), no tuvo más remedio que contagiarse de aquella extraña mezcolanza de responsabilidad y desenfado personal que regía nuestra relación personal y, poco a poco, fue liberándose de fútiles recelos y comprendiendo que en aquel equipo todos nos habíamos comprometido a remar en la misma dirección felizmente coordinados por ella.
Fue así, imbuida de ese espíritu colectivo, como Mª Dolores Cabezas de Herrera desarrolló una magnífica labor como presidenta de la Asociación de Amigos de la Cultura Extremeña. En las Memorias de Actividades recogidas en el luminoso faro cultural de Ventana Abierta constan, edición tras edición, frondosas gavillas de actos que demuestran que la Etapa de Madurez de la Asociación coincide con el periodo de su presidencia (1996-2007). En el transcurso de aquel tiempo, la Asociación se manifestó, sin duda, como el esencial referente cultural dombenitense que habían ideado sus fundadores a principios de la década de los ochenta. Con ellos, con sus fines, se enraizó no solo a través de la influencia y colaboración generosa de Diego Soto Valadés, Joaquín Rodríguez Valadés, Carlos Porro Porro o Eduardo Gómez-Valadés, sino merced, también, a la fidelidad a las estrategias culturales recibidas de las juntas directivas anteriores presididas por José Antonio Gutiérrez Ortiz, Pedro Dueñas Borrego o quien escribe este texto. Todo este legado supo administrarlo y potenciarlo muy bien Mª Dolores Cabezas de Herrera en un contexto social y económico más propicio y favorable al desarrollo cultural que en etapas anteriores, pues contaba, además, con el apoyo de la dinámica y eficiente Concejalía de Cultura regida entonces por don Manuel Núñez.
Desde la atalaya de este tiempo incierto, individualista y apático que genera la desconfianza social provocada por la pandemia covidiana, es gratificante volver la mirada a aquellas reuniones rebosantes de alegría y cooperación en las que planificábamos la Semana del Libro, las Muestras de Teatro Escolar, los Festivales de Villancicos, los viajes culturales, conferencias o Mesas Redondas sobre temas candentes en la cotidianidad social, las primeras lecturas del Quijote, la elaboración de Ventana Abierta… ¡Cuántas horas en su organización, cuántas satisfacciones compartidas, cuánta actividad promovida en beneficio del progreso cultural de nuestra ciudad!
Aun así, no es la nostalgia que destilan tan hermosos recuerdos la que promueve o justifica el fin o contenido de este texto, sino mi firme convicción de que Mª Dolores Cabezas de Herrera ha desarrollado una gran labor cultural en Don Benito, no solo en su etapa como presidenta de la Asociación de Amigos de la Cultura Extremeña, sino en todo el tiempo que habitó en nuestra ciudad. En su denso currículum brilla también la impronta generosa de su abnegado trabajo y dedicación desinteresada a instituciones como el Círculo de Artesanos (dirección de la biblioteca) o el Museo Etnográfico Agustín Aparicio (catalogación de muchos recursos). Si a ello le sumamos sus varios libros y diversas investigaciones históricas o culturales sobre Don Benito (con aportaciones significativas sobre nuestra identidad local), sus colaboraciones periódicas en revistas y otros medios comunicativos, e incluso las distinciones sociales recibidas (Escudo de Oro de la ciudad, Socia de Honor de los Amigos de la Cultura…), pocos dudarán de que Mª Dolores Cabezas de Herrera Fernández ha proyectado luz propia sobre el ámbito cultural dombenitense y, en consecuencia, la sociedad le debe público reconocimiento, pues es justo que quien recibió tanto bien la incluya en la virtualidad de su Memoria Colectiva con el afecto, la gratitud y el honor que su apasionada acción y generosa actitud merecen.
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