Gerardo Casado : Entre Paréntesis, EL PROBLEMA DE LA CRISIS ECONÓMICA
el 7/10/2008 11:33:15 (872 Lecturas)
La crisis económica que actualmente padecemos tiene tres componentes: uno financiero, otro especulativo de materias primas y otro especulativo de «burbuja inmobiliaria».
El componente financiero aparece como consecuencia de hipotecas de baja calidad (subprime) en el mercado norteamericano a mediados de 2.007.
Si un banquero debe ser prudente, discreto, austero, mesurado en el ansia de ganar dinero y respetuoso con el dinero de los demás, en los últimos años, en España, hemos visto todo lo contrario y se han dedicado a «idolatrar» al «rey ladrillo».
También en España nos hemos dado cuenta de que nuestras hipotecas son de mala calidad, cuando empezó a haber problemas de liquidez consecuencia de la desaparición de los mercados de negociación de las hipotecas. Como resultado de ello nos encontramos en la situación de falta de liquidez, no sólo para el sector de la construcción sino para todo el resto de la economía productiva del país y, por tanto, las ‘pymes’ encuentran cada vez mayores dificultades para renovar pólizas o contratar líneas de descuento necesarias para su actividad normal en el mercado.
La disminución de los tipos de interés junto con la recuperación de la confianza en los mercados financieros deben ser las soluciones para salir de ésta escasez de liquidez.
El aumento en los precios de las materias primas alimentarias y del petróleo son consecuencias de movimientos internacionales de carácter especulativo.
La solución para contrarrestar la subida de precios de las materias primas alimentarias está en fomentar la inversión en capacidad de almacenamiento de las Cooperativas y Organizaciones Agrarias. Habría que dar alguna salida a la capacidad de almacenamiento en manos del Estado que tiene sin utilizar.
En cuanto a la subida del precio del petróleo, hay que tomar medidas para fomentar el uso de energías renovables alternativas: eólica, solar, hidrógeno, etc.
En cuanto a la burbuja inmobiliaria, este es el principal problema en nuestro país porque afecta directamente al desempleo y supone una consideración especial.
A corto y a medio plazo el resto de los sectores de la economía española no puede absorber la mano de obra parada en el sector de la construcción. Tampoco el establecimiento de políticas de aumento de la innovación, investigación y desarrollo -aún siendo necesarios- puede significar la disminución del paro a corto plazo.
El paro del sector de la construcción se corrige, ¿cómo? Pues, construyendo.¿Qué construimos? Lo que demanda el mercado y adonde puede llegar el bolsillo de la mayoría de los españoles, especialmente los jóvenes, que son Viviendas de Protección Oficial (VPO) y de Promoción Pública (VPP).
Deben ser unas viviendas a unos precios asequibles de entre 60.000 y 90.000 euros.
¿Cómo se consigue esto? Para conseguirlo es preciso poner a disposición del mercado -a un precio bajo- el suelo.
La nueva Ley del Suelo permite adquirir a los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas el suelo a precio de rústico. Esto significa que pueden expropiar una hectárea (10.000 m2) de suelo a un precio entre 12.000 y 18.000 euros. A éstos precios se pueden edificar anualmente de 400.000 a 600.000 VPO al precio indicado. Esto haría desaparecer el paro en el sector de la construcción y recuperar el consumo familiar creando las condiciones necesarias para llegar al pleno empleo a medio plazo.
Para conseguir estos precios tan bajos en las viviendas habría que fomentar que los compradores de las viviendas se constituyeran en Cooperativas ó Comunidades de Propietarios y sean ellos mismos los promotores. Si alguien se acuerda del caso PSV eso se arregla auditando las promociones.
¿No es cierto que tenemos exceso de funcionarios? Pues pongámoslos a gestionar las promociones de VPO; y si no fuera bastante que se contraten profesionales del sector: Arquitectos, Agentes inmobiliarios, Economistas, etc.
Esta política de vivienda podría discriminar a las regiones, llevándola a cabo sólo en aquellas donde se ha producido una mayor despoblación en los últimos años y dejando al margen la costa, que ya está demasiado saturada de cemento. Esto atraería jóvenes hacia las provincias del interior y se conseguiría una reestructuración del flujo inmigratorio que actualmente se dirige hacia las costas.
Estas promociones serían perfectamente financiables por las Entidades Bancarias ya que su valor de mercado sería siempre superior al importe hipotecado.
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